El cuarto
Solo
a veces vacío
ilusorio y silencioso
tras una puerta corriente
una ventana que rehúsa cerrarse
 un café que ya dejó de esperar
una guitarra que ha dejado de sonar
una cama que no se ha vuelto a desordenar
Así todo ha quedado, aunque al menos quedó
aquí  sobran las manos pero faltan las caricias
las paredes recuerdan y a veces olvidan
hay eco de sollozos y eco de risas
las paredes recuerdan dolor
comienzan a olvidar
cada vez más
mucho más
todo

 
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